domingo, 14 de octubre de 2012

Dignidad: ¿Ser y parecer?


“La capacidad de tomar decisiones de una forma
Libre y racional le otorga dignidad a los seres
 Humanos”.
-Stephen Law
               
               Hace tiempo considero que mi concepto de dignidad es muy diferente al de la mayoría. No termino de entender por qué el mío estaría mal. No juzgo el de quien piense distinto, sólo quiero defender el mío contra quienes lo juzgan (que, a propósito, son más de uno). Aquí voy entonces con mis argumentos.
                El otro día me dijeron la frase “hay que ser y parecer”. Paso a analizar la primera parte. ¿Ser qué? Quiero pensar que se refiere a ser lo que uno es en sí, lo que realmente es por dentro. Es decir, no ser lo que los otros quieren que seamos. El ser se manifiesta en las acciones, según mi opinión. Ser es hacer, hacer de acuerdo a lo que mi razón y corazón quieren que haga. Si hago lo que la razón y el corazón de otro quieren, no estoy siendo yo, estoy siendo casi ese otro. La  segunda parte: ¿Parecer? Personalmente eliminaría esa parte. Si soy, parezco lo que soy. ¿Parecer qué y para quién? Soy yo y me parezco a eso que soy y para mí mismo. No tiene sentido ser ni parecer para otro, en todo caso hay que preguntarse: la otra persona, ¿haría lo mismo para nosotros? No, porque no tiene por qué hacerlo si va en contra de su voluntad. Ese mismo derecho tiene cada uno de nosotros. Todo hombre es libre de decidir por su cuenta. Hacer eso y hacerlo por el bien común (no se puede hacer el bien para todos, nadie tiene el mismo concepto de bien y no pueden las mismas cosas hacernos felices a todos) es ser una persona digna de ser beneficiada también por ese bien común. Eso es la dignidad. Hay que ser uno mismo. Para ser uno mismo hay que saber quién soy y respetarme tal cual soy. Porque si no me respeto yo mismo, nadie lo va a hacer. Lograremos que a lo sumo nos tengan compasión, pero jamás respeto. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario