“La capacidad de tomar decisiones de una
forma
Libre y racional le otorga dignidad a los
seres
Humanos”.
-Stephen Law
Hace tiempo considero que mi
concepto de dignidad es muy diferente al de la mayoría. No termino de entender
por qué el mío estaría mal. No juzgo el de quien piense distinto, sólo quiero
defender el mío contra quienes lo juzgan (que, a propósito, son más de uno).
Aquí voy entonces con mis argumentos.
El otro día me dijeron la frase
“hay que ser y parecer”. Paso a analizar la primera parte. ¿Ser qué? Quiero
pensar que se refiere a ser lo que uno es en sí, lo que realmente es por
dentro. Es decir, no ser lo que los otros quieren que seamos. El ser se
manifiesta en las acciones, según mi opinión. Ser es hacer, hacer de acuerdo a
lo que mi razón y corazón quieren que haga. Si hago lo que la razón y el
corazón de otro quieren, no estoy siendo yo, estoy siendo casi ese otro. La segunda parte: ¿Parecer? Personalmente
eliminaría esa parte. Si soy, parezco lo que soy. ¿Parecer qué y para quién?
Soy yo y me parezco a eso que soy y para mí mismo. No tiene sentido ser ni
parecer para otro, en todo caso hay que preguntarse: la otra persona, ¿haría lo
mismo para nosotros? No, porque no tiene por qué hacerlo si va en contra de su voluntad.
Ese mismo derecho tiene cada uno de nosotros. Todo hombre es libre de decidir
por su cuenta. Hacer eso y hacerlo por el bien común (no se puede hacer el bien
para todos, nadie tiene el mismo concepto de bien y no pueden las mismas cosas
hacernos felices a todos) es ser una persona digna de ser beneficiada también
por ese bien común. Eso es la dignidad. Hay que ser uno mismo. Para ser uno
mismo hay que saber quién soy y respetarme tal cual soy. Porque si no me
respeto yo mismo, nadie lo va a hacer. Lograremos que a lo sumo nos tengan
compasión, pero jamás respeto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario