viernes, 14 de febrero de 2014

Mi Valentín: Esmeralda

Hace 5 meses y 9 días nació Esmeralda, mi bella y querida hermanita más pequeña. Hace tiempo que quería escribir algo sobre ella en este blog, pero no me salían las palabras. Y realmente, lo que hubiese escrito habría sido nada comparándose con lo que puedo escribir hoy. 
Así que ya que me siento lista, aprovecho este "día del amor" para hacerlo.
¿Por qué hoy?
Porque después de distintos hechos en mi vida que fueron denigrando mi ideal del amor, ella vino para restaurarlo, para decirme: "no estabas equivocada", para sonreírme y hacerme volver a creer que eso es lo que el amor provoca: risa, cara de estupidez todo el día, embobarse, extrañar a quien amás si no lo ves aunque sea por un momento.
Me he acostumbrado a pasar todos los días con esta pequeña infinidad y no tuve mejor regalo, mejor forma de salvarme que encontrándome reflejada en sus ojitos de luna (como dice su madre). No ha habido nada más lindo en estos meses que llorar y de repente esas lágrimas se transformaran en alegría y emoción sólo viendo, ni más ni menos, esa amplia sonrisa a la que pronto se le sumarán dientecitos. 
Ni hablemos de la vez que me tiró sus brazos para que la alce, ni de sus manitos acariciándome cuando le doy su mamadera, ni de sus balbuceos mientras me mira estudiar en las mañanas. Yo creo que nadie en el mundo podría creer que una personita tan chiquitita, que aún poco entiende del mundo, que todavía no puede ni hablar ni caminar; sea la mejor compañía que se puede tener.
Después de Esme, muchas cosas se han acomodado y mi ideal de amor se encuentra más firme y más sólido que nunca. 
Porque Esme es paz, es compañía, es sonrisa, es calma y es luz. Y todo eso es lo que me trajo, a mí y a todos los que la conocen.

 Feliz día de los enamorados a quienes ya lo están y si no lo estaban antes de leer esto, aseguro que después de esta imagen, tuvieron al menos una sensación parecida. Feliz día del amor!!!